Este artículo va dirigido a todos aquellas personas que de una manera u otra conducimos. No está en ningún caso acusando ni a conductores ni tampoco a usuarios de bicicletas, entiendo que todos tenemos que poner nuestros cinco sentidos cada vez que salgamos a la carretera, pero que especialmente los conductores tenemos que tener en cuenta que un ciclista es más vulnerable que un coche. Por todo esto les quiero transmitir el testimonio de un chaval de 14 años, que sueña con ser ciclista: “Tengo 14 años. Dos días a la semana entreno con mi hermano de 9 años en la escuela de ciclismo, está cerca de mi casa, en un polígono. A veces mi padre viene con nosotros, hay veces que nos adelantan muy pegados, incluso hay veces que nos tocan el manillar ¿ tanta prisa tienes? ¿qué quieres que me aparte para que tú pases? ¿ tienes hijos? ¿también le pitarías y le pasarías así? NO SOY UNA BICICLETA, SOY UNA PERSONA EN BICICLETA CON UN HERMANO, UN PADRE Y UNA MADRE.

El año que viene, seré cadete. Ya he comenzado a rodar por carreteras de vez en cuando. Los arcenes están sucios, en su mayoría con baches, ramas, cristales.. Ves de todo. Por un conductor que te pasa a la distancia permitida, veinte no lo hacen, te pasan y ya está. Solo ven una bicicleta, no piensan que esa bicicleta va una persona que tiene la ilusión de ser ciclista y que necesita la carretera para entrenar, como el niño que quiere ser futbolista necesita un campo y el que quiere ser nadador necesita una piscina. El ciclismo es mi pasión, mi vida y mi ilusión, pero necesito vuestra ayuda, respeto y comprensión. Yo por mi parte, intentaré hacer lo mismo.

Espero que la carta de este chaval de 14 años, nos sirva para, por lo menos ser mejores personas a la hora de salir a la carretera.