Esta vez el selfie va por cuenta de la afición. Tras la euforia en el vestuario por ganar al último de la fila, en Soria aparecía la peor versión del Almería, saliendo al campo a verlas venir.

Lo peor ya no es la imagen del equipo, que solo atacó en la segunda mitad con el 2 a 0 en contra. Lo que verdaderamente duele es el mensaje de los profesionales a su afición en el sentido de: "Vamos a sufrir hasta el final”.

Dicen que sufriremos como si todo lo que llevamos en el cuerpo hubiese sido una gran fiesta. Como si ellos no tuvieran la culpa de tanto sufrimiento.

Cuando mejor lo tenían ante un rival casi salvado van y saltan al campo a contemplar el ambiente sin tirar a portería y dejando toda la iniciativa a un rival nada superior. A verlas venir. A por un puntico.

Nada que ver con aquel equipo que a la media hora en Ponferrada tenía los puntos en la talega y que cada vez que pillaba la pelota terminaba jugada en el área rival.

Pobre Almería de Soria y vuelta a las andadas con una defensa frágil y encajando gol. Ya ni Casto.

Se trae tarea de Soria el entrenador del Almería, ya que su equipo solo participó cuando el Numancia le dejó. Cuando el partido ya estaba en la talega del rival ¿antes qué?

Goro estaba quemado en el vestuario del Almería y esta vez los jugadores no disparaban sus fotos a las redes sociales tras una imagen malísima tirando por la borda tres puntos fundamentales y mucha tranquilidad.

Dice Goro que no tenemos tanto y tiene toda la razón del mundo ya que a día de hoy solo nos separan de los rivales los 5 millones más de presupuesto que les sacamos. En el campo na de na.

Si vamos a sufrir en lo que queda de temporada es por una falta de actitud. Decían que saldrían a Los Pajaritos a jugarse la vida ¿de verdad?

Hoy los seguidores del Almería asisten con cara de póker a la reaparición de lo de siempre: un equipo cogido con pinzas.

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