Es la peor de las noticias, pero las lesiones siempre aparecen. Goro no podrá contar con Saveljich en Los Pajaritos, y lejos de ser un serio contratiempo, para mí solo se queda en contratiempo.

No es por quitar valor a Saveljic,h sino darlo a la labor que ha realizado el entrenador argentino que cada partido que pasa se ve un Almería con más empaque.

Ahora se mueven en el campo como uno solo y puede hacer hasta tres cambios de golpe que el equipo no se resiente. Tiene banquillo de sobra y seguro que Cuéllar o Fran Vélez darán la talla. No son Saveljich ninguno, pero son ellos.

Nos parecemos cada día más a un equipo de Segunda. Los jugadores saltan al campo sabiendo a qué juegan y se notan más los jugadores determinantes: Saveljich lo es.

El Pipo Goro tiene para elegir en Soria y seguro que armará bien al equipo. No es fácil frenar a los rojillos en Los Pajaritos, pero seguro que si aparece el Almería de Ponferrada allí no se pierde.

Ha tardado más de la cuenta en arrancar la moto. El propio Goro lo ha confesado, ya que llegó a hablar de play off. Y lo que más me gusta (más que la moto), es que el equipo no hizo nada y volverá a jugarse la vida en Soria. Sin confianzas.

Me gusta la humildad de Goro, aunque a veces le riña con Kalu Uche. Me gusta que lo tenga “clarito en la vida” y si me salva al Almería seré el primero en pedir su continuidad.

Tenemos el mejor Almería de la temporada y por ello la baja de Saveljich se notará menos. Hay mucha competencia para jugar y no les digo para entrar en la convocatoria.

Aquello de tener buenos jugadores lo sabíamos todo el mundo en Almería, pero lo de hacer equipo hasta que no tomó las riendas Goro no se ha dado, y creo que gracias a ello miramos lo que viene con tensión: pero optimistas.

El que juegue por Saveljich lo hará bien. Saldrá con la misma tensión y con todas las ganas del mundo. Como diría el míster, “nada se hizo aún y seguimos en la tarea”, ese es el camino, porque no estamos para mirar por encima del hombro a nadie.

Espero que el fútbol nos devuelva lo que nos quitó ante el Numancia en el Mediterráneo en aquel fatídico minuto 95, cuando volaban dos puntos con el gol de Concha.

Ganado en Soria me olvidaré hasta del árbitro Ruipérez Marín que pitó aquella falta de Morcillo.

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