Esta vez no les voy a hablar de errores arbitrales. Tuvo que ser en un partido de Primera División cuando llegó la mejor versión de los colegiados. Viva el fútbol.

Alberola Rojas no le regaló nada al Almería, porque no lo necesita cuando juega de la forma que lo hizo ante un Bilbao Athletic que no daba patadas: como los rojiblancos.

Si el equipo sigue en la dinámica actual las decisiones arbitrales le importarán un pito porque desde que empezó la Liga con los cuatro entrenadores que pasaron por los banquillos la calidad impera y las patadas no aparecen.

Los árbitros dan y quitan por igual (como dice el tópico), pero es que Arias López, siendo casero hasta los extremos, no pudo evitar el 1 a 3 en Ponferrada y Alberola perdonó la segunda amarilla a Guarrotxena y poco más.

Creo que es mejor olvidarnos de los colegiados y seguir en la línea de juego actual porque es el mejor de los caminos. Estamos ante un Almería bien ajustado que va a lo suyo y se olvida de los árbitros.

Hemos sufrido mucho los errores en una categoría tan igualada pero ha llegado el momento de mirar hacia otro lado o quizás al salir del descenso nos pitan como a uno más de la categoría. No pedimos más.

Alberola estuvo cariñoso con los niños del Bilbao Athletic que no podían frenar a Pozo y a Juan Ramírez. Les dejó y les perdonó pero en el global de partido: agua.

No hay que hacer la pelota al colectivo pero es mejor dejarlos a su bola. Jugando el Almería así no necesita nada de los colegiados y estos poco tendrán que hacer de cara al marcador final aunque se equivoquen.

Albeloa Rojas pitó mejor el pasado domingo que en el Almería 0 Lugo 2. Era otro partido y la deportividad le ayudó. Los árbitros siempre agradecen que los profesionales le echen una mano.

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