Pipo Baraja y Pipo Goro siguen su camino en los banquillos de Elche y Almería. El duelo viene marcado por la ascendente trayectoria rojiblanca ante los franjiverdes, que últimamente acostumbran a pasarlo mal en el Martínez Valero para ganar. Ya no se habla de favoritismos, porque el Almería ha vuelto a ganarse el respeto de Segunda. Ni rastro de los amistosos de pretemporada con Sergi Barjuan ni de Rivera y Carrillo. Pipo Goro ha sabido imponer su sello en una plantilla hundida al término de la primera vuelta.

Partido grande
La cercanía entre Elche y Almería hará que se viva un gran ambiente en las gradas, aunque en el campo están en juego tres puntos y muchos contratos para la temporada que viene. El Elche, que descendió a Segunda en los despachos, armó un plantel de calidad en tiempo récord y le ha salido bien. Sueñan con el Play Off de ascenso con Baraja como jefe de filas. El exfutbolista del Valencia escala en los banquillos de Segunda.

Goro, por su parte, quiere estar muchos años en Almería para hacer un equipo fuerte, potente, con un estilo definido de verdad. Para conseguirlo, hay que lograr la permanencia. A dos puntos de la Ponferradina, un triunfo en Elche sacaría, momentáneamente, al club almeriense de los cuatro últimos puestos de la categoría. Es difícil que en el fútbol moderno y profesional, un equipo esté una temporada completa sin ganar un partido a domicilio. Almería y Llagostera todavía no lo han hecho, pero cada semana que pasa está más cerca.