Cuando se gana, se ve el futuro de otra manera. El Almería suma ocho puntos de doce, pero como Pipo Goro recuerda en cada rueda de prensa, “venimos con un déficit tan importante que no nos queda margen de error”. Había que frenar la sangría de goles que encajaba Casto, y parece que se dio con la tecla. El Girona ha sido el rival que más peligro creó de los últimos que se midieron al cuadro rojiblanco. La suerte y el trabajo evitaron un disgusto en el Mediterráneo.

Son cuatro semanas seguidas puntuando: Deportivo Alavés, Albacete, Tenerife y Girona, dejando el arco imbatido en las tres últimas. Un dato a tener en cuenta ahora que llega la fase decisiva del campeonato. Habrá que estar pendientes de la lesión de Sebastián Dubarbier, que abandonó el terreno de juego con un golpe. La famosa defensa de cinco, o de tres centrales y dos carrileros, como le gusta decir a Goro, da rendimiento en forma de puntos. Falta poco para salir del descenso.

Salto
A falta de lo que hagan los rivales directos en la tarde de hoy, se produce un salto entre Ponferradina, Huesca, Mallorca y Almería respecto a los que están encima en la tabla. El triunfo del Numancia aleja la decimoquinta posición a siete puntos, por lo que la lucha va quedando reducida a menos equipos. Este miércoles tienen que jugar en El Alcoraz SD Huesca y Real Mallorca. Semana con tres partidos de los que estará muy pendiente el vestuario de Pipo Goro.

El próximo reto, el que lleva persiguiendo el Almería durante toda la temporada, es el de encadenar dos victorias consecutivas. Dispone de otra oportunidad en el Martínez Valero, en Elche, el mismo rival que firmó el fin de la era Miguel Rivera en el banquillo rojiblanco. La afición se va a la cama viendo la permanencia más cerca, pero todavía queda mucho.