El Barça aprovechó el partido que tenía pendiente en El Molinón para escaparse en la Liga, venciendo al Sporting por 1-3 en un partido en el que Messi impuso su ley marcando dos goles determinantes. El primero supuso su gol 300 en la Liga y el segundo, además del 301, el gol 10.000 del Barcelona en competiciones oficiales. El resultado lo redondeó Luis Suárez, que empató con Higuaín en la cerrera por la Bota de Oro con 23 goles en lo que va de Liga.

A pesar de pensar más en el partido del fin de semana ante el Betis, de ahí la alineación plagada de suplentes que planteó Abelardo, el Sporting fue un duro rival para el Barcelona. Perfectamente colocados en defensa y con una salida al contragolpe muy veloz, los locales le cerraron los espacios a un Barcelona que se hizo con la posesión de la pelota desde el principio, pero al que le costaba crear peligro ante Cuéllar. Pero como pasa tantas veces, el partido duró lo que quiso Messi que durara. A los 25 minutos Leo se sacó un zurdazo marca de la casa desde la frontal del área que Cuéllar, tapado por sus defensa, vio tarde. El Sporting, impulsado por una grada que nunca desfalleció no se amilanó y dos minutos después logró el empate en un fabuloso contragolpe que culminó Castro.

Pero cuando la duda podía ensombrecer al Barcelona y animar a la grada del Molinón, apareció de nuevo Messi para marcar el 1-2 en un golpeo brutal con el exterior de su pie izquierdo tras asistencia de Suárez.
En la segunda parte, el Barça controló. Suárez enmendó fallo desde el punto de penalti con un tercer gol que dejaba el partido sentenciado y al Barcelona líder con seis puntos de ventaja.