Igual si le pilla en Butarque sale corriendo después del partido de su equipo, pero creo que ha llegado la hora de Alfonso García en el Almería. No se puede quedar en casa con lo que se está jugando toda la provincia.

Un presidente que se deje ver por los campos y que viaje con los futbolistas para saber como está el ambiente en una de sus empresas. No debe de quedarse en casa ya que tiene una plantilla bien remunerada y capacitada.

Seguro que desde Leganés hasta Almería en esas cinco horas de autobús acercaría posturas con su entrenador y miraría a la cara a sus futbolistas tan queridos y mejor tratados después de una partidazo.

No debe de esconderse el presidente porque lo ha puesto todo al servicio del Almería y así lo reconocía toda España en el verano pero nadie podía imaginar estos resultados. Alfonso lo puso todo para el éxito.

No se si Alfonso piensa que es gafe o algo parecido pero para jugar como lo hizo su equipo en Leganés no hay meigas que valgan señores. El mochuelo es el propio equipo.

Un presidente tiene que estar con su equipo. Mirar a ala cara a los futbolistas en el viaje. Animarlos y si me apuran hasta exponerles sus fallos como a todo trabajador que se precie.

No debe delegar tanto en sus empleados porque el jefe de la empresa también tiene sus obligaciones y una de ellas es la cercanía con los trabajadores. Que lo vean. Que lo noten. Un se nota, se siente, Alfonso está presente.

Nadie puede reprochar a Alfonso García nada. Se gastó una pasta en el verano y tardaremos en pagar la inversión del invierno. Y como baje a Segunda B...

Nada de quedarse en casa y a viajar con sus futbolistas y animarles a sacar al Almería del pozo. El jefe es el que manda y los futbolistas saben bien que además de mandar paga bien y puntual. Alfonso disfruta con sus jugadore. Disfruta con sus futbolistas. Le gusta como a nadie su Almería.

¡Que viene el jefe!

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