¿Hay que estar preocupados?, sí. ¿Queda tiempo para reaccionar?, cada vez menos. Agarrarse al Almería es hacerlo a un clavo ardiendo, a un equipo imprevisible, que como un mal estudiante, fue a septiembre en lugar de aprobar en junio. Los propios jugadores confirmaron que hicieron todo lo contrario a lo trabajado durante la semana en la primera parte, donde el Leganés dio una lección de intensidad, fuerza, solidaridad y puntería.

Terrible inicio
Consciente de que el Almería estaba necesitado, el cuadro de Garitano olió la sangre y fue a por todas. Soriano, Uche, Quique y Puertas no penetraban en la férrea defensa pepinera, mientras que los atacantes locales encontraban pasillos camino del gol. A los cinco minutos, Alexander abrió la lata. Borja Lázaro dejó pasar la pelota debajo de sus piernas para dejar solo al ex del Recre, que con toda tranquilidad batió a un Casto desesperado tratando de recolocar a sus compañeros.
La impotencia volvió a aparecer. Cada llegada del Leganés subía las pulsaciones, porque el gol estaba cerca. Falto de ideas y de apoyos arriba, Soriano y Uche se fueron una isla, en definitiva, como todo el equipo.

Sentencia
Mantovani, en la recta final del primer tiempo, en una acción que pudo ser anulada por fuera de juego, puso el punto y final a la historia del encuentro. Goro miraba desde la banda cómo otra ocasión para ganar y escalar se desvanecía. Butarque enloquecía con sus futbolistas, soñando con la Primera División, dos palabras que quedan muy lejos de Almería. Queda tiempo, sí, pero no tanto como parece.

Llegó tarde
Quique recortó distancias en el 1 de la segunda mitad. Aparecía un poco de luz en un apagado Almería. Asistencia de Chuli que el pucelano no desaprovechó ante Serantes. De ahí hasta el final, alguna contra del Leganés y una acción de Puertas y Chuli que se fue arriba. Los aficionados almerienses que acudieron a Butarque no se lo podían creer. La historia se repetía de nuevo.
El Almería está a años luz de la meta marcada por Goro, el Play Off, porque la permanencia está a cinco puntos y toca aunar esfuerzos para que el fútbol de Almería continúe en la LFP.
Goro se agarra a los fichajes de Saveljich y Goro, además de una reacción del equipo. La afición asimila que el sufrimiento será extremo y se ha hecho el cuerpo a los disgustos. Un primer tiempo horrible finiquita a un Almería que vive una pesadilla.