El Almería no ha ganado fuera de casa en esta temporada y en Segunda División no es tan complicado por la igualdad de los equipos.

Las tres victorias mínimas han sido en casa ante Leganés, Osasuna y Llagostera. Lejos del Mediterráneo solo hemos celebrado empates gracias a un Joan Carrillo que nos dejaba una  media ilusión.

No podemos seguir siendo un chollo para los contrarios y en Miranda de Ebro hay que vencer para ganar en confianza y crecer en puntos.

Volver de tierras burgalesas con 20 puntos sería como tener media permanencia en el bolsillo ya que nadie espera una segunda vuelta tan mala como la primera.

Ganar en Miranda no es una misión imposible para el Almería y se puede conseguir con valentía arriba y orden defensivo. Mucho pedir al Almería: pero no le queda otra si no quiere volver de vacío.

Para el equipo y para los aficionados encadenar dos victorias seguidas sería vital. Para la estadística acabar con la mala racha fuera de casa importante. Y para los contrarios un respeto.

Toda la suerte que ha faltado en la primera vuelta puede ser aliada en la segunda y debemos tener fe en el efecto Gorosito que cuando habla de hacer un asado cada dos semanas es señal de que ve factible la remontada.

Una victoria fuera de casa nos quitaría un gran peso de encima.

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