La llegada de los directores deportivos y los agentes FIFA y UEFA están revolucionando el fútbol de puertas para afuera ya que antes como ahora en Almería fichamos lo que nos ofrecen los intermediarios.

No ha cambiado nada salvo la denominación del personaje que nos trae esos jugadorazos tan buenos que se dejan la vida por unos colores.

Uno se pregunta cada mañana antes de ponerse a escribir ¿de dónde sacará los jugadores el Mirandés? y la respuesta llega con un Carlos Terrazas que hace de entrenador y de director deportivo y conoce el fútbol vasco de maravilla.

En el Almería tanto Alfonso como Benito consultan las listas de ofrecimientos de futbolistas y luego deciden. Así hubo, hay y habrá, intermediarios que volverán a vender y otros borrados de la lista en función de los rendimientos de sus representados.

Lo mejor sería tener en la carretera cada fin de semana a uno o dos entrenadores a comisión o con los gastos pagados viendo fútbol por España. Haciendo un seguimiento de jugadores. Elaborando una lista de futbolistas fiables para luego negociar y fichar.

En Huelva lo hacía Julio Peguero. El Recre firmaba buenos jugadores a precio de oferta y luego vendía como el oro. Su modelo fue imitado por otros pero cuando llegaron los agentes y los directores licenciados y volvimos a lo de siempre.

En el Almería no existe la figura del correcaminos que el sábado vea dos y el domingo tres (partidos). Que apunte las cualidades de 15 o 20 jugadores para cuando llegue el momento de hacer equipo.

Ese dinero sería una gran inversión para el Almería. No se equivocarían tanto a la hora de confeccionar la plantilla. Ese es el camino a seguir.

El Mirandés cada año le saca los colores al fútbol de plata con jugadores emergentes que llegan en su mayoría del fútbol vasco tras hacer sus pinitos en Segunda División B.

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