El primer paso para crecer es aceptar y aprender de tus errores. Ángel Montoro, lejos de echar balones fuera ante la situación casi dramática del Almería en Segunda División, hace autocrítica y piensa que todavía su aportación al equipo tiene que crecer mucho más. El valenciano recuerda que el esfuerzo sin resultado es duro tanto en el deporte como en la rutina: “A lo mejor no estoy en mi mejor nivel. Los resultados también influyen y trato de entrenar al máximo para dar lo mejor de mí en el campo”. Como si se jugara con el freno de mano, el verse último en la tabla hace que las piernas no respondan igual que cuando vas primero: “Hay que ganar ya, porque entras en una dinámica mala y es complicado dar la vuelta. Cuanto antes se logre, mejor jugaremos”.

Palo tras palo
Diez jornadas como diez losas encima de cada futbolista del Almería. Desde el 6 de septiembre no se consigue celebrar un triunfo y, por tanto, es imposible abandonar la zona de descenso. Montoro entiende que el partido ante el Bilbao Athletic puede marcar un antes y un después en el futuro de los rojiblancos: “Todas semanas que pasas sin ganar son duras. Sales al campo pensando en dar una alegría y te llevas el palo de no vencer. El sábado nos jugamos mucho”.

El problema de un colista no solo es de fútbol, sino de mentalidad. De soñar en verano con luchar por el ascenso a cerrar la clasificación. Un cambio de rutina y de vida para Montoro y el vestuario: “Una vez lleguen los resultados, habrá más confianza. Todo está en la cabeza y lo ves todo más difícil cuando no llegan los resultados”. Montoro no se ha escondido y espera dar su mejor versión. Con tres técnicos que han pasado por el banquillo, solo Sergi logró el triunfo: dos en tres partidos.

Sonido SER: Ángel Montoro, centrocampista del Almería.