Según informa Le Soir, Salah Abdeslam, el octavo actor de los ataques terroristas del pasado viernes en París, había sido visto en las inmediaciones del estadio Ray Balduino. Eso obligó a elevar de tres a cuatro el nivel de alerta terrorista con lo que la amenaza había pasado a “posible y probable”.

El Gobierno belga consideró que Salah Abdeslam era un potencial peligro y que estando sitiado por la Policía podía en algún momento iniciar un ataque suicida o algún movimiento de riesgo máximo. Los servicios de inteligencia temen que puedan morir en un “acto de martirio”. Para Le Soir, aquí estuvo una de las últimas claves para que el partido se suspendiese de manera definitiva. Así lo confirmó el Viceprimer Ministro Didier Reynders.