Diez años después de la celebración de los Juegos del Mediterráneo se han reunido de nuevo en las instalaciones que fueron casi su casa, el presidente del comité de los Juegos Mediterráneos, Amar Addadi; el alcalde de la capital, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador; el consejero delegado de los Juegos, Vicente Añó; acompañados por el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco. Además de la concejal de Deportes, María Vázquez, y la diputada de Deportes, Ángeles Martínez.

Hicieron un recorrido por el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Allí Addadi disfrutó de volver al que fuera su despacho, recorrieron además el palco desde donde pudieron ver cómo se ha reconvertido en el campo de la UD Almería, y sobre todo, observando la cantidad de gente que utiliza las instalaciones.

De allí al Centro de Documentación de los Juegos ubicado en la otra gran infraestructura hecha para el evento, el Palacio de Deportes. Recorrieron la exposición y se reencontraron con su historia recogida en instantáneas, recuerdos de otras delegaciones, el merchandising y hasta Indalete.

Intervenciones
Para el alcalde de la capital sin duda esta celebración es “un momento emotivo” ya que sirve para recordar un instante en el que “Almería salió de su letargo” y demostró que “podía organizar los mejores juegos de la historia”.

Amar Addadi agradeció la invitación del alcalde y se mostró “emocionado” por volver a ver las instalaciones y sobre todo “por ver el buen uso que se les ha dado después”.

Para Alejandro Blanco “Almería sigue siendo puesta como ejemplo de organización” lo cual demuestra lo importante que fue y así destaca también que “lo más importante es siempre el día después del evento, y aquí se ha aprovechado muy bien”.

Cerró el turno de intervenciones Vicente Añó quien reconoce que sigue viniendo a Almería porque “la llevo en el corazón”.

Esta noche será el turno de la gala, y allí volverán las emociones.