Tras aquel descenso a Segunda B de 1997, parece que el club ha sabido rectificar. Aquellos jugadores tenían un contrato por un año y algunos hasta cláusulas liberadoras en caso de descenso y otros llegaron cedidos. No acabó bien, pero esto si se baja parece tener otra pinta.

En aquel estado de shock tras perder en casa frente al Ourense, los futbolistas salieron por piernas y salvo Emmanuel Dorado, Lambea y los de la casa, todos los demás salieron volando.

Si 20 años después repetimos el guión esto no sucedería, ya que la mayoría de futbolistas tienen contrato en vigor y algunos han firmado hasta 5 temporadas. Alfonso los tiene atados.

Todos sabemos que al final el jugador se suele salir con la suya y negociando sale liberado al club que prefiere, pero no en el Almería y tenemos casos recientes donde consultar.

Viene esto a cuento para que tengan claro que los futbolistas no deben tomarse el año de vacaciones en la ciudad. Ellos se juegan mucho y pueden pasar de doblar lo que ganan a competir en el pozo de la Segunda B.

Yo me lo plantearía, dado que Alfonso pone precio para Primera y la mitad para Segunda. Los que bajaron de la pasada campaña saben bien de lo que hablo.

Espero que los profesionales miren por el pan de sus hijos y peleen sin límite para salir de la última posición y si logran arrancar la moto pelearse ganar el doble hasta el fin.

Alfonso García es el que más se juega en esta aventura pero para los profesionales de vida corta (como son los futbolistas), dos o tres años en Primera División te arreglan la vida.

Creo que el premio merece la pena y tienen capacidades para doblarse el sueldo.

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