El Almería pasa a dieciseisavos de final tras eliminar al Nástic por 2-1 con tantos de Soriano y Quique.
Almería y Nástic ofrecieron una entretenida primera mitad con alternativas en el juego, llegadas, posesiones interesantes de balón por parte de ambos contendientes y una notable disciplina táctica, tanto más notable en el cuadro local que no se ha distinguido por ello en lo que va de campaña.
Comenzó llevando la iniciativa el conjunto visitante, pero pronto se equilibró la balanza. Los dos equipos presionaban bien la salida del balón del rival y eso hizo que hubiera demasiados errores en el inicio de las jugadas, sobre todo por el bando local donde Fran Vélez, impecable en defensa, no estuvo demasiado acertado a la hora de sacar el cuero desde atrás. Con un efectivo repliegue defensivo con dos líneas de cuatro muy juntas los dos equipos pusieron caro el tiro a portería en el Mediterráneo.

El capitán abre la lata Antes de que Fernando Soriano rompiera el equilibrio en el marcador Michel por parte local y  Xisco Campos a la salida de un córner llevaron peligro. Pero fue el capitán el que abrió la lata al rematar a puerta vacía un centro raso de Michel. El Nástic no le pierde la cara al partido y cuatro minutos después del gol Xisco le gana la posición a su marcador y estrella el balón el palo.
El partido se rompe, los dos equipos mueven bien el balón, a los dos les cuesta recuperarlo, pero ni uno ni otro inquietaron seriamente a los guardametas rivales antes del intermedio.
En el tramo final de este primer periodo Fernando Soriano se entretiene, duda y no saca partido de un tres contra uno. Dos minutos después otra jugada similar, esta vez protagonizada por Emaná, que salva Michel, el defensa que habilitaba la posición del media punta tarraconense. En la segunda mitad el cuadro almeriense, con las lineas muy juntas y acumulando jugadores en el centro de su área mantiene a raya a un Nástic que no puede superar la doble barrera de cuatro establecida por Rivera.

Positivo La mejor noticia para los locales era que, a pesar de que el peso del partido parecía llevarlo el cuadro catalán, Julián cuesta sólo tuvo que intervenir en un disparo lejano de Arel que se el escurrió, pero que pudo atajar antes de que llegara a la línea de gol. En el minuto 74 Lolo Reyes roba un balón cerca del área rival, asiste por entre las piernas de un defensor a Quique, que había entrado por Iago Díaz, y este establece el 2-0 en el marcador.
En el minuto noventa del partido, en uno de los pocos despistes de los centrales, Xisco se queda solo ante Julián, salva el meta el primer disparo, pero no el segundo que es tocado por Alex López cuando entraba.