Miguel Rivera tardó bastante en mover en banquillo, pero cuando tomó la decisión de hacer relevos en su formación inicial lo hizo con determinación y rapidez ya que en ocho minutos realizó las tres sustituciones. El primero en entrar en juego desde el banquillo fue Fernando Soriano (minuto 71) relevando a un Antonio Puertas que había hecho un gran trabajo en su primera titularidad. De no entrar en la convocatoria frente al Tenerife, el canterano pasó a ser titular.

El capitán cumplió sin alardes, pero con oficio. Cinco minutos después entraba en el terreno de juego otro discípulo de Rivera, Iván Sánchez para suplir a un Eldin Hadzic completamente agotado. Con su entrada el técnico cambió a Quique a la banda izquierda para que Iván lo hiciera por la derecha. Intervino poco y Quique bajó en su rendimiento al jugar a pierna cambiada.

En el minuto 78 el entrenador interino, o no, del conjunto almeriense agotaba los cambios dando descanso al segundo de sus dos discípulos que formaron en el once inicial, José ángel. el canterano había realizado un trabajo de contención envidiable y el centro del campo estaba pidiendo a gritos que se le conectara la botella de oxígeno. Lolo Reyes se lo dio y su esfuerzo final sirvió para descargar de trabajo a Montoro y para mantener el equilibrio defensivo del equipo. Los abonados no entienden la situación de Pozo.