Un negocio redondo
Al Almería no paran de entrar billetes y si se logra el ascenso Alfonso mete la pala

Los terrenos esperan la llegada de la pala para hacer la gran obra.
Tan importante como el ascenso es la Ciudad Deportiva. La gran asignatura pendiente la puede aprobar el próximo curso el presidente del Almería poniendo fin a más de 20 años de promesas incumplidas. Todo le está saliendo bien a nivel económico al club y en las arcas hay dinero. Falta un ascenso de categoría que le de solidez al proyecto y con ello se haga realidad un sueño que no es solo de los canteranos y se extiende a toda la provincia.
En el mismo autocar, mientras se pasea por Almería el equipo, seguro que Alfonso García y Luis Rogelio ponen la primera piedra y muchas detrás ya que ha comprobado el mandatario rojiblanco como con poco dinero y 5 canteranos se puede soñar con volver a la élite.
Plan de choque
El presidente del Almería ha visto como han subido de golpe 5 jugadores del equipo filial. Esto ha bajado el presupuesto y pone a la cantera como un valor en alza. La fábrica de jugadores está a pleno rendimiento y no se puede seguir en las actuales condiciones. Según ha podido saber LA VOZ, Alfonso García no le ha perdido la cara a la gran obra y ha elaborado un plan de choque para hacer la Ciudad Deportiva en tiempo récord.
“De haber seguido en Primera se hubiese acometido la obra pero en Segunda todo es más complicado”, ha dicho el presidente que sigue pidiendo “una buena financiación para que el club la pueda acometer con garantías”. Hay mucho avanzado y un ascenso a Primera “lo haría todo más fácil. Queremos hacer una gran obra y no son ni uno ni dos ni tres millones, son muchos más por las calidades que se barajan”.
Se va a hacer y la cantera le está llevando en volandas a meter la pala y poner a pleno rendimiento la fábrica.
La alternativa
El Almería tiene accionistas, abonados y miles de simpatizantes. Esta ciudad ya dio una lección a todo el fútbol nacional construyendo de la nada un campo de fútbol que daba patrimonio al club de la provincia. Sucedió en 1976 cuando un presidente valiente se puso a repartir la deuda de casa en casa con acciones de 5.000 pesetas.
El campo se levantó y los almerienses se sentían dueños de él con una o más acciones en el cajón de la mesita de noche. Ahora todo sería más fácil con las nuevas tecnologías y bastaría subir diez euros el abono o volver al sistema de acciones. Aficionados al fútbol y gente del deporte ayudarían por el bien de una cantera que genera mucho dinero.