Lo que pudo ser y no fue convirtió la tarde dominical en una tarde trágica para el balompié almeriense. El Almería que había sumado siete puntos en sus tres últimas actuaciones en casa, que había logrado anular una doble ventaja al Celta, cayó ante un Málaga a años luz del cuadro gallego, víctima no del mejor juego de sus rivales sino sólo y exclusivamente  de sus errores tanto en defensa como en ataque.

Dos goles Si frente al Celta hubo un gol de regalo, en el duelo más trascendente del año para los almerienses, lo fueron los dos. El primero en mal remate de Amrabat que se iba fuera y que Casado introdujo en su propia meta. No ha tenido suerte este futbolista en sus dos últimas actuaciones. El segundo aprovechando Javi Guerra las molestias que venía padeciendo Trujillo y la reacción tardía de Rubén. El Málaga aún tuvo otra ocasión en su mejor acción ofensiva que Samu, sólo envió por encima del larguero.

Siete errores En una salida fulgurante el Almería creó tres ocasiones inmejorables para marcar, pero los disparos dentro del área de Thievy y Wellington no encontraron puerta y el de Thomas lo salvó Tissone, con Kameni batido. En la segunda mitad cuatro oportunidades inmejorables para los almerienses. Una la salvó Kameni a saque directo de falta de Dubarbier, la segunda la estrelló Espinosa en el cuerpo de Kameni, la tercera Zongo la envió fuera con el meta malagueño batido y la última la tuvo Thomas, pero su flojo remate de cabeza, muy cerca de Kameni, lo detuvo el meta visitante sin problemas.
Perdonar en siete ocasiones suele pasar factura a cualquier equipo, pero si éste es además tan modesto como el Almería, el castigo es seguro y tan doloroso como el sufrido ante un Málaga que deja al equipo más cerca que nunca del descenso.