Un problema que no tiene fácil solución. Villar paró el fútbol aficionado por la Ley de Emprendedores, que considera una injerencia y un perjuicio para los trabajadores modestos que trabajan sin estar dados de alta. Pide que se modifique la Ley, que se revise el reparto de las quinielas, que se le reintegren a la Federación, por parte del CSD, una serie de gastos que Villar considera justificados y para los que Cardenal pide una auditoría y que se respeten las reivindicaciones de AFE.

Blatter advirtió, a instancias de Villar, que el gobierno español estaba ejerciendo una presión intervencionista sobre la Federación. Si la FIFA actúa, podría excluir a los clubes o a la Selección de las competiciones internacionales. Esta huelga afecta a todo el fútbol profesional y modesto, incluyendo las dos últimas jornadas de Primera y la final de la Copa del Rey.

El Almería podría verse perjudicado si finalmente se lleva a cabo la huelga. Y también con la sanción FIFA.

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