Sergi sorprendió dando entrada en el once inicial a dos jugadores con los que no venía contando. En el lateral izquierdo se quedó en el banquillo Casado ocupando su plaza Dubarbier, tras cumplir su sanción. Por delante de él Mané, algo que no estaba previsto. Se quedaron fuera Espinosa y Zongo y ocuparon sus plazas Corona y Edgar, respectivamente. Antes del comienzo estaba claro que Sergi optaba por hacer rotaciones pensando en el duelo del lunes ante el Celta. El Real Madrid, menos, mirando a Sevilla.
Los esquemas los habituales en ambos cuadros. En el local 4-3-3 y en el almeriense 4-2-3-1.

Gran primer tiempo Es posible que ni el más optimista de los seguidores del Almería pudiera pensar que su equipo no sólo iba a tutear al Real Madrid en su campo, sino que incluso a la hora de tocar el balón, moverlo, desplegarse en ataque y defender, le superase. Pero así fue.
Sólo el faltaron dos cosas al equipo rojiblanco para haber metido el miedo en el cuerpo a los blancos, haber terminado sus despliegues atacantes con remates y el último minuto de la primera mitad cuando Trujillo cometió el pecado de despejar hacia el centro y darle en bandeja el gol a James. Luego, casi sin tiempo Mauro, en propia meta con Cristiano en fuera de juega con posición e influencia, sentenciaba el encuentro para el equipo que peor jugó pero que tuvo la virtud futbolística de la eficacia en el remate. El Madrid sólo superó al Almería en los goles.