Mientras que hay vida hay esperanza, y la clasificación dicta que el Almería aún tiene opciones de salvarse a pesar de la desastrosa campaña que está realizando, que ya se ha llevado por delante a dos entrenadores, y del paupérrimo partido realizado en la última jornada frente al Rayo. Para animar el cotarro y volver a creer en que el milagro de la pasada campaña podría repetirse en la presente basta con decir que entonces el Almería llegó a la disputa de las cuatro últimas jornadas en zona de descenso, con dos puntos de desventaja con respecto a la salvación y cinco menos que Osasuna, que acabó descendiendo. Los rojiblancos sumaron 10 puntos en las cuatro últimas jornadas y se salvaron. Pero para conseguirlo el equipo tuvo que experimentar un cambio radical.

Francisco dejó de apostar por un equipo blandengue y desequilibrado, metió en el centro del campo a Fran Vélez junto a Verza y se obró el milagro. Francisco mostró el camino, habrá que ver si Sergi lo sigue. Para empezar no lo hizo en Vallecas porque permitió que el monorítmico Rayo le creara todos los problemas del mundo sin más que llevar el balón a su banda derecha. La papeleta se hubiera solucionado de raíz con Casado jugando por detrás y Dubarbier más adelantado, una opción más segura y ofensiva que la que se presentó. Espero que Verza pueda disputar este tramo final, que Thomas sea su pareja de baile y que con ellos dos en la sala de máquinas, la nave rojiblanca pueda alcanzar el éxito.

Decía el internacional español Luis Suárez que “ni el futbolista más bravo puede rendir más allá de lo que le permitan sus fuerzas”. En esta linea estoy convencido que ha llegado el momento de apostar por jugadores en plenitud de forma física, capaces de disputar con éxito los balones divididos, de poner sobre el tapete del Mediterráneo, escenario de 4 de los 6 encuentros que restan, todo lo que hay que poner para que ni un solo punto se escape. Mimbres hay para hacer un buen cesto y conseguir el objetivo, sólo hace falta reflexionar, ver los vídeos, estudiar las razones por las que el equipo fue un muñeco en manos de un Rayo mediocre en la 1ª media hora y no incidir en los errores. Este tramo final es cosa de hombres con fuerza, ambición y valentía.