El nombre del Eibar está grabado a fuego en el Almería. El club armero, que goza de simpatía en todo el fútbol español, propició sin pretenderlo uno de los ceses más curiosos que ha protagonizado el presidente del Almería. Y lleva unos cuantos.

Tras el chaparrón de lluvia y goles en Ipurúa, Alfonso García, se cargó a Francisco tras bajar del avión mandando al director deportivo a que se lo comunicara. Se rompía un idilio futbolístico muy estable en el Almería.

El desconcierto fue total a nivel de plantilla que se enteraba en el vestuario al ver que Jaime tomaba el mando del equipo y Francisco no aparecía. El presidente dejó claro que: “No tengo por qué llamar a Francisco” y el entrenador dejó más claro que: “me gustaría tomarme un café con Alfonso”, todo lo demás está en la mente de todos.

Sin hacer nada del otro mundo el Eibar sacó a gorrazos del campo al Almería que presentó una alineación muy técnica para el estado del terreno de juego y la pertinaz lluvia. Eso, unido a la mala racha, condicionó un cese fulminante.

Los seguidores del Almería verán de nuevo al Eibar, esta vez más cerca, y recordarán los daños colaterales de una derrota severa, la más abultada de la temporada fuera de casa. Eibar 5 Almería 2.


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