Los diez mil aficionados que se dieron cita en la matinal de ayer domingo en el Estadio Mediterráneo salieron satisfechos a medias. El resultado, un empate ante uno de los gallitos del grupo, no era un mal resultado. Pero cuando la hinchada dejaba el recinto futbolero rojiblanco al término del partido, las lamentaciones por lo que pudo ser y no fue por culpa de la ocasión pifiada por Hemed, presidían sus comentarios. Satisfacción también por la evidente mejora del juego del equipo, de la que han tenido buena parte de culpa los cambios, pero desesperación porque algunos de los intocables de Jim no están en su mejor momento sino todo lo contrario, léase Corona y Hemed. Felicidad por ver otra vez al equipo fuera del descenso con 25 puntos.