El Almería salvó un punto ante el Villarreal en un encuentro en el que la vuelta al once titular de Thomas sirvió para cambiar la cara triste que el equipo rojiblanco venía ofreciendo en sus últimas actuaciones por una mucho más alegre y optimista, aunque en el partido no fue oro todo lo que relució, mirado éste desde el punto de vista de los locales.

Sin complejos El Almería que ayer hizo vibrar la grada del Mediterráneo fue un equipo que jugó sin complejos, que salió al campo dispuesto a superar en intensidad al rival y convencido que podía ganar. El centro del campo dejó de ser propiedad del rival, los medias puntas rivales no gozaron de las autopistas de sus antecesores en enfrentarse al Almería y el partido fue equilibrado, emocionante y apasionante. En la primera mitad las ocasiones más claras fueron para los almerienses. Desde el comienzo al fin el ala derecha del ataque rojiblanco con Michel y Wellington fue una pesadilla para la defensa contraria y sólo a la falta de acierto de los atacante locales, fundamentalmente de Thievy y Hemed, se debió que el partido llegar en tablas a la recta final del primer periodo.
Pero antes de que los equipos se fueran a vestuarios Corona, que no había aparecido ni aparecería posteriormente en el partido, perdió un balón absurdo en el centro del campo lo que hizo que Gio encarara en velocidad a Mauro, que se vio obligado a derribarle. Falta de seis minutos para el intermedio los de Jim se quedaban en inferioridad. Entonces apareció Campbell, pero su disparo era detenido por un Julián muy seguro.

Fran Vélez Tras el descanso un cambio que no fue aplaudido por la grada que esperaba que se quedara en la caseta Hemed o Corona y veía como el sacrificado era Thievy. En los primeros compases apareció en todo su esplendor el trío Thomas-Michel-Wellington para poner en videncia al equipo de Marcelino que vio como su superioridad le duraba 16 minutos cuando Jaume Costa veía su segunda amarilla por una dura entrada  Wellington.

Hemed Como estaba previsto entran en escena las dos estrellas del submarino, Vietto y Cheryshev, para tratar de enmendar la plana, pero con ellos en el campo llegó la más clara ocasión de gol jamas fallada.  Otro centro de Michel, en esta ocasión Hemed se adelanta al defensa, supera a Asenjo y a dos metros de la linea de meta y sin portero manda la pelota a las nubes ante la deseperación y el estupor de la grada.
El equipo acusó el golpe y en el Villarreal entró en acción Cheryshev para tratar de poner en aprietos a la bien organizada zaga local. Sólo lo logró en una ocasión, pero el disparo de Pina salió fuera gracias a la oposición de Dubarbier que quedó lesionado en la jugada.