Se nota que JIM ha sido soldado. Se le ve que ha cosido botones, ha comido chuscos y rancho, y tiene más guardias e imaginarias que el Capitán Trueno en esto del fútbol.

Tras el partido de Barcelona frente al Espanyol (vaya partidito) supo tocar las fibras de los jugadores y anunció cambios que le dieron resultado. No tuvo que buscar en los libros para hacerlo ya que en su manual de vida está su periodo militar que tanto bueno le enseñó para la profesión de entrenador.

Ha sido capaz de explicarle a Fran Vélez que puede mejorar mucho poniendo a Mauro Dos Santos. Le ha dicho a Ximo Navarro que hay un banquillo para recapacitar y se ha atrevido a sentar a Thomas que parecía jugar por cláusula: intocable.

Lo que antes no solía pasar ha ocurrido de una forma natural. Ha sabido hablarles a la cara a todos y les ha puesto como ejemplo a Soriano y Corona que son el alma del Almería por muchos años que cumplan.

El Soldado JIM tiene mucha MILI y ha sabido poner precio a la camiseta rojiblanca. El que juegue se tiene que dejar el alma por la rojiblanca. Ha hecho muchas guardias y algún servicio en cocina que otro.

Este camino le llevará a la gloria y le evitará caer en el calabozo del descenso tan temido por los soldados del banquillo. Todos los jugadores cambiados son recuperables y JIM ha sabido dar un toque de atención.

El soldado JIM quiere que todos juren bandera antes de salir al campo con la rojiblanca.