La imagen que más me impactó del partido y que sigo guardando en la retina es la de Juan Ignacio Martínez corriendo la banda junto a Dani Romera en el minuto 92 de partido para indicarle al chaval del filial que apurara la jugada hasta la esquina del córner. Estimo que es fundamental porque es la medida más exacta del grado de implicación del técnico, algo vital para que un equipo funcione. Y ciertamente que el Almería funcionó. Es verdad que no fue un partido de juego fluido o de toque pero fue un encuentro en el que el Almería hizo lo que tenía que hacer en todos los órdenes. En el defensivo el Getafe sólo hizo intervenir con riesgo a Julián en un mano a mano con Álvaro que salvó el meta rojiblanco. El resto algunos disparos desde fuera del área sin excesivo riesgo.

El poco riesgo que corrió el domingo el equipo rojiblanco y que le dio su primer triunfo en casa de la temporada. Pero el Almería volvió a sufrir en sus carnes el sino del modesto. En un encuentro que debió acabar en goleada a favor de los locales, éstos terminaron sufriendo. Los rojiblancos estrellaron dos balones en los palos, le fue anulado un gol legal y no se le señalaron dos penas máximas. Como ninguna de estas acciones tuvo el premio del gol el Getafe llegó vivo al tramo final del partido, el fantasma de la pérdida de puntos en los últimos minutos volvió a aparecer amenazante sobre el Estadio y tocó padecer, los profesionales en el campo y los abonados en la grada, hasta que Iglesias dio por finiquitado el partido. En otro orden de cosas hay que reseñar que el equipo almeriense no ha tirado la casa por la ventana en el mercado invernal ya que sólo ha realizado dos incorporaciones: El media punta Espinosa y el lateral zurdo Casado. Han salido del equipo dos delanteros, Quique González y Teerasil.

Con la llegada de Casado se ha producido overbooking en los laterales. Son 5 los efectivos de los que dispone JIM para dos plazas. Especialmente comprometida es la situación de Mané. El club quería que Mané hubiera firmado por el Tenerife o llegar a un acuerdo económico para que causara baja antes del cierre del plazo de fichajes y pudiera quedar en paro y fichar en cualquier momento. No ha habido acuerdo y se queda como quinto lateral y con pocas opciones de jugar.