Es muy almeriense aquello de decirle al que se gasta poco dinero que “vas a ser el más rico del cementerio”. Almería, muy almeriense, como aquello de vivir por encima de nuestras posibilidades la mayoría de las veces: yo diría toda la vida.

Si algo hemos repetido hasta la saciedad ha sido gastar lo que no tenemos. Todos los Almería que enterramos fueron al cementerio sin un duro y ahora la historia es diferente porque la cambió para siempre Guillermo Blanes con el Almería Ceefe.

Hemos pasado de ser un club que vivía el día a día y se liaba la manta a la cabeza a todo un modelo de conducta económica. Hoy el Almería no pende de un pago determinado y no nos buscan por Hacienda. Vamos a ser los más ricos de Segunda si perdemos la categoría pero lo prefiero señores, vaya si lo prefiero.

Miren la vida de un club está en su economía y tenemos la fortuna de contar con un presidente que mira el euro y no hipoteca la entidad. Le pueden acusar de gastar poco (lo que puede) pero nunca de deber dinero. Tiene al corriente hasta las primas con los profesionales. Es el Almería una empresa saneada.

Si baja a Segunda División no pasa nada, seremos los ricos de la categoría con muchas opciones de volver. Que digan lo que quieran otros que llenan los campos y no llegan a fin de mes. Para los que perdimos a la Agrupación Deportiva Almería este tiempo actual no sabe a gloria bendita.

Vamos a valorar lo que tenemos. No olvidemos que hoy está Alfonso y mañana un mexicano o un tailandés al frente del equipo. Da igual, lo que nos importa es tener fútbol de calidad por mucho tiempo y solo hay un camino: el actual.

No quiero desapariciones ni tener un club intervenido. Alfonso ha aprendido de Manolo García, Luis Guillén, Verdejo y Onofre como hemos vivido a lo largo de 100 años en esta tierra y ha sabido dar un giro definitivo a la historia.

El último difunto de esta ciudad fue la A. D. Almería porque al poli lo sacó de la UVI Nicolás Uclés y sigue vivo desde 1983 viviendo en la Segunda Andaluza.

Prefiero ser rico en Segunda a vivir en Primera sin un duro.