Me quedo sin palabras viendo algunos partidos de Segunda División y no por la calidad del fútbol. Eso de que las categorías están por algo se da mucho entre la primera y la segunda división de nuestro fútbol.

He tenido la fortuna de ver a los gallitos de la categoría en campo semi vacíos y con un juego a años luz de la Primera. Ver un Numancia-Valladolid con futbolistas de primer nivel o un Betis-Las Palmas llamado choque estrella me deja pensativo.

No sabemos bien lo que vale la Primera. Cuando la perdimos en 2011 y volvía el equipo de Lucas Alcaraz a competir todos teníamos la sensación de que regresábamos a la cruda realidad: pero cruda señores, cruda.

Viendo un Ponferradina 1 Mirandés 0 pude comprobar el valor de sumar en El Toralín y como un equipo de Miranda de Ebro juega al más puro estilo vasco.

Aquello de ser un equipo ascensor queda bien para decirlo pero no tanto para cumplirlo ya que hay partido que cuesta asimilar lejos de la Primera y sin la garra de la Segunda B. La llamada categoría de plata ha dejado de brillar y se juega para puntuar.

El ascenso de Charles y Javi Gracia no tiene precio y vamos a tratar de agarrarnos a la Primera División que la Segunda no está fina y los equipo andan muy justos a todos los niveles.

Vamos a buscar diez victorias en Primera División y a seguir disfrutando de lo mejor de nuestro fútbol. A los que nos gusta el fútbol lo aguantamos todo pero si le dices a tu mujer que se siente a tu lado para ver el Numancia-Valladolid te dice que está loco perdío y se va al sótano a ver una película.