Víctor Fernández y su propuesta futbolística dista mucho de la violencia o el juego subterráneo, pero lo cierto es que su Depor es el líder en solitario del juego duro en la Liga. Los coruñeses son los que más tarjetas amarillas han visto (13), superando incluso a un equipo como el Atlético con la vitola de contundente que acumula doce.

Pero los blanquiazules no sólo comandan el ránking de amonestaciones, también son los que más faltas realizan en Primera. En tres partidos de Liga llevan ya 65, situándose por delante de Sevilla (57) y Getafe (56). La media por encuentro supera las 21 infracciones, lo que significa una falta cada cuatro minutos.

A pesar de la contundencia de las estadísticas, lo cierto es que el Depor está lejos de ser un equipo violento. La cantidad de faltas viene propiciada por dos motivos. El primero es la fuerte presión con la que inicia los partidos, lo que le lleva a muchos contactos con el rival. La segunda, el déficit en la preparación física por culpa de una pretemporada mal diseñada que obliga a muchos jugadores a recurrir a la reiteración de faltas como fórmula para frenar al contrario cuando se agota la gasolina.

El mejor ejemplo de todo esto es Juan Domínguez, un jugador puramente técnico y que esta temporada es el cuarto futbolista de Primera que ha cometido más faltas (9).