Cuando Carlos Miralles cantaba en SER Deportivos los números de los jugadores del Almería puse mucho interés en dos de ellos. Edgar y Marcelo Silva. El primero tiene número pero el segundo no.

Marcelo es un tipo cercano y agradable que ha jugado en Primera con el Almería y que llegó un día con el tiempo justo de subir al autobús camino de la concentración.

Aquel Almería le hizo debutar en Cornellá-El Prat y se abría camino en la Liga de las Estrellas. Su internacionalidad con la Uruguay sub-21 y sus grandes actuaciones en la primera competición de su país fueron reclamo para su fichaje.

Pero algo ha debido de pasar entre Marcelo y Francisco para que no haya contado con él ni en los peores momentos. No debe de haber buen rollo ya que le queda un año en contrato y está sin número.

Igual la culpa es de Marcelo y no del mister porque no se trata de buscar culpable. Solo de valorar sus capacidades y su nómina que igual no se ajusta a lo que el club pretende.

Si se queda me alegraré por su bebé, una pequeña preciosa que pude conocer en Tentempié. Si se marcha también me alegraré y le seguiré porque ha tenido siempre hacia nosotros un trato cariñoso y agradable.