El 26 de abril informamos en MARCA de la marcha de Zinedine Zidane al finalizar la temporada. Una salida que estaba pactada con Florentino Pérez para adquirir experiencia antes de regresar al conjunto madridista para asumir su gran reto, que no es otro que hacerse cargo, en un futuro próximo, del banquillo del Real Madrid.

Una salida que tenía un destino claro para el francés. Zidane había elegido el Girondins como el lugar idóneo donde formarse como primer entrenador. El conjunto francés reunía todas las condiciones que Zizou deseaba.

Por un lado, era empezar su andadura como primer entrenador en un club por el que siente un cariño muy especial. En el Girondins se produjo su gran salto como futbolista. Zizou militó cuatro años inolvidables en Burdeos, desde 1992 hasta 1996, logrando la Copa Intertoto en 1995 y el subcampeonato de la UEFA un año después. Además, empezaría su andadura al frente de un banquillo en su país, donde es idolatrado y respetado.