Aleix Vidal dice que al escuchar el himno siempre quiso ser del Sevilla
A mí me firman 5 años y me aseguran la jubilación y lo mismo bailo sevillanas en la presentación

Por este túnel pasaron los últimos románticos del balón como Juan Rojas.tyle>.apqj{positio
Esta mañana me levanto dando vueltas a la cabeza sobre los nuevos tiempos que corren. Este fútbol globalizado que vende camisetas del Madrid en medio mundo y que nos ofrece imágenes de jugadores besando un escudo. Un escudo una temporada y la siguiente otro escudo, y la otra y la otra.
Dice Aleix Vidal (que gran tipo, se lo merece todo) que cuando escuchó el himno del Sevilla tenía claro que quería jugar allí. y no nos dimos cuenta ninguno. Me acuerdo cuando Piatti y Diego Alves siempre soñaron ir a un grande como el Valencia o Kalu Uche a Suiza.
Queda poco del fútbol uno mamó. Ya no sopla el viento de Levante por el Estadio de La Falange como cuando era niño y me siento viejo ante los nuevos tiempos. No me creo que Aleix vistiendo la rojiblanca y escuchando el himno del rival tuviera en la cabeza cambiar de fila.
Me creo menos aquello de “jugarnos la vida por esta ciudad” que dicen algunos profesionales ¿qué ciudad?. Pasar por el mostrador de Guillermo Blanes y le preguntáis que pasó el día después de bajar el Almería con el Orense.
Me decía el mítico Juan Rojas que la Agrupación llegó a Primera porque eran una familia, existía un bloque de almerienses que tenían el vestuario controlado y había que fomentar la cantera. Yo siempre le creí pero si levantara la cabeza se cruzaría de brazos impotente ante el nuevo fútbol.
Y no estoy echando la culpa a los profesionales. Ellos juegan donde le pagan y lo mismo a mi me hubiese dado por bailar sevillanas si me ficha 5 temporadas el Sevilla y me asegura la jubilación. Esto es España señores y ¡Viva el Fútbol! de Juan Rojas, claro, de Juan Rojas.