En las oficinas del Elche ya afrontan la revolución que se viene en verano para renovar una plantilla en la que una decena de jugadores, entre los que finalizan contrato y están cedidos, no seguirán en el club. El presidente ya aseguró hace unos días que hay operaciones avanzadas, pero lo urgente es cerrar el organigrama de la Dirección Deportiva.
Fran Escribá tendrá más poder que en los dos años anteriores y ya ha confeccionado una lista de posiciones a reforzar y posibles bajas para que el nuevo director deportivo empiece a trabajar, una vez sea contratado.
El primer nombre que salió a la palestra fue el de Saúl Ñíguez, aunque en este caso la última palabra siempre la tendrá el Atlético y Simeone. La lista de candidatos será larga, ya que harán falta entre ocho y 10 refuerzos para configurar una plantilla de garantías.
Entre la nómina de cedidos, el club franjiverde vería con buenos ojos la continuidad de Botía, por el que hay una opción de compra de 2 millones de euros, Rubén Pérez y Javi Márquez.
Negociaciones abiertas
En el caso de los dos primeros, sus clubes pondrán en el mercado a los jugadores. El Elche tratará de negociar con el Sevilla y el Atlético el precio más bajo posible. Por su parte, un posible descenso del Mallorca a Segunda B allanaría el camino de la continuidad de Márquez como franjiverde, ya que el jugador ha declarado que su prioridad es seguir en el club.
Casos diferentes son Carles Gil, Boakye y Manu del Moral. El valenciano queda a la espera de saber cuál sería su rol en el nuevo proyecto de Peter Lim en el Valencia. Con Llorente o Tévez en la Juventus, el ghanés parece no tener hueco en la plantilla bianconera, mientras que Del Moral no ha convencido y no seguirá.
Rivera, Mantecón, Javi Flores y Diego Rivas, cedido este año en Eibar y Tenerife, terminan contrato en junio y no seguirán, salvo sorpresa. Por su parte, la renovación de Pelegrín se da por hecha.
Por último, de los 14 jugadores que quedarán con contrato en vigor, sorprendería que todos continuasen en la plantilla el curso que viene. Sapunaru ha decepcionado y se le buscará una salida, aunque su alta ficha es un obstáculo. Toño tampoco tiene garantizada su continuidad. Escribá, que le defendió durante meses pese a su fama de marrullero, terminó descontento por el episodio de su expulsión en Málaga y ni siquiera fue convocado para el último partido.
A Fidel, Aarón y Cristian Herrera se les podría buscar alguna cesión, en caso de que se fichasen a jugadores que les tapasen la progresión. A Pelayo, que no ha tenido un buen año en Córdoba, se le buscará equipo. También hay que tener en cuenta la opción de que llegue alguna oferta interesante por algún futbolista.