No era un partido fácil, a priori, para el internacional ilerdense por lo mucho que se jugaba el equipo local. sin embargo desde el primero al último minuto supo imponer su autoridad, sin grandes gestos, con serenidad y dando siempre la impresión de tener controlada la situación. Midió a los dos equipos con el mismo rasero tanto a la hora de señalar las faltas como a la hora de tomar medidas disciplinarias.
Los dos equipos le pidieron que señalara el punto de penalti, pero él no vio acciones punibles en las áreas y dejó seguir el juego. En el minuto 35 dio la impresión de que Balenziaga tocaba por dos veces el balón con la mano dentro de su área. En el 60 Torsiglieri salta con el brazo hacia arriba y toca el balón con la extremidad superior. En ambas ocasiones Estrada o no vio el contacto del balón con las manos o no estimo la voluntariedad necesaria para castigar con la pena máxima.