Manucho logró en Balaídos el único tanto del Valladolid que, con los cuatro que ya llevaba el Celta, no sirvió ni para maquillar el resultado del desastroso partido de los blanquivioleta. Sin embargo, más allá del gol, el delantero sí demostró una actitud de pelea que destacó por encima de la línea plana del resto del equipo.
Por eso, el ariete trató de levantar ayer el ánimo de sus compañeros ante el decisivo encuentro de Zorrilla frente al Espanyol: "Estamos un poquito con la cabeza baja, pero fue un partido que tenemos que olvidar. Todo lo tenemos en nuestras manos, y ahora está todo el mundo pensando en el partido del sábado, en el que vamos a ir a por todo".
El angoleño recuerda: "Fue un día malo. Todos somos culpables. Tuvimos que hacer más. Ahora hay que olvidarlo porque tenemos una oportunidad nueva y lo vamos a dar todo".
Así, y a pesar de que el resultado de Balaídos dificulta la permanencia del Valladolid, el africano recordó que tienen opciones de mantener la categoría: "Complica todo, pero tenemos esperanza. Los cuatro partidos que vienen son vitales y vamos a darlo todo para ver si nos quedamos".
Los gestos de los futbolistas pucelanos evidencian la difícil situación en la que se encuentra el equipo, penúltimo en la tabla, y con solo 32 puntos en su casillero, aunque Manucho explicó que la sensación del grupo tiene más que ver con la rabia que con la desesperación por verse incapaz de salir del pozo: "Es más rabia porque las cosas no nos salieron bien y porque sabemos que lo podemos sacar adelante. El sábado necesitamos el apoyo de todos, principalmente de la afición, para sacar todos juntos las cosas adelante".
El vestuario está unido: "Entre nosotros hablamos, nos damos ánimos y sabemos que podemos sacar esto adelante, así que está todo el mundo con esperanza, porque sabemos que depende de nosotros".
Pensamiento positivo
Por último, y tras reconocer que su gol no valió para nada ante la goleada final, Manucho resumió la trascendencia del partido ante el Espanyol: "Ahora solo pensamos en sacar los tres puntos del sábado porque es un todo o nada".
El angoleño lo tiene muy claro: "Una victoria el sábado lo cambiaría todo, sería fundamental y vamos a morir dentro del campo".