El central Ángel Trujillo está completando una muy buena temporada en Primera División siendo por méritos propios titular indiscutible en las formaciones de Francisco. Los 52 tantos en contra que ha acumulado en Almería en las 28 jornadas de liga disputadas no avalan el buen trabajo del central ni, sobre todo, la labor defensiva del equipo.

¿Entiende que la afición esté triste y desencantada?
Si están tristes tendrán que levantarse. Este final de campeonato es para valientes. El que quiera estar con nosotros porque crea en el equipo que esté y el que no que se baje.

¿Cómo se viven las derrotas ante el Sevillay el Rayo en el vestuario?
Las sensaciones que nos han dejado estos dos partidos no han sido buenas. El entrenador del Almería nos pide que la gente vea que el equipo quiere pelear cada partido, al margen de jugar bien o mal.

¿Qué pudo faltar en la derrota frente al Rayo Vallecano?
Nos está faltando hambre y garra. Teníamos que haber ido a Vallecas a pasar por encima del Rayo y, a partir del gol, el equipo dio la impresión de bajar los brazos. Eso si nos queremos salvar no se puede repetir.

¿Qué necesita el equipo para volver a ganar partidos?
Luchar al máximo y no rendirse nunca esta temporada porque si no lo hacemos así estamos muertos. Ésto se saca adelante si cada uno de nosotros damos lo mejor de lo que tenemos, arrimarse, unirse y, sobre todo, apretar los dientes cada minuto de cada partido para pelearlo hasta el final. Eso vale para todos, desde el entrenador hasta Bernardo.
El presidente ha salido a la palestra para dar su apoyo y respaldo al entrenador y a la plantilla.
Es muy bueno que todos estemos unidos. El Almería es un equipo en el que todos nos necesitamos, presidente, entrenador y afición, ya que la permanencia no es sólo cosa de los jugadores.

Desde fuera da la impresión de que el equipo no sabe a lo que juega.
Creo que todo pasa porque seamos intensos en las jornadas que quedan en Priemra. Si vamos a muerte los noventa minutos, como el día del Atlético, cambiara para bien la impresión que deja el equipo. Todo pasa por echarle huevos.

¿Porqué a la hora de buscar culpables no se mira al banquillo?
Independientemente del planteamiento somos los jugadores los que tenemos que hacer efectivo el sistema de ayudas para evitar ser desbordados.