El fútbol es su vida, su pasión... y el campo del Huércal es su ‘casa’, donde pasa muchísimas horas del día, y más cuando llega el fin de semana con una agenda repleta de partidos, ya sea de mayores o partidos de los ‘chiquitillos’.
Hablamos de Pepe Vizcaíno, el ‘ermitaño’ del campo del Huércal. Lo tiene todo bajo control para que todo salga bien cuando llega un partido, pero su ‘especialidad’ es subir los goles al marcador, que está en una de las esquinas del campo.

‘Su partido’ Cuando hay ¡gol! en Huércal, ahí entra en juego Pepe Vizcaíno con... ¡su nuevo mando a distancia!, con el que está “encantado” porque “esto es una gloria, es una maravilla... recuerdo que antes, en el viejo campo del Huércal, teníamos que subir los goles con unas pancartas que eran de cartón piedra. ¡Cómo han cambiado los tiempos, la tecnología ha llegado al fútbol modesto!.
LA VOZ y la Cadena SER visitaron al ‘hombre del marcador’ de Huércal para saber cómo sube los goles en un complejo deportivo que, por cierto, tiene todas las comodidades para los futbolistas, entrenadores o aficionados al balompié.

El mando Pepe Vizcaíno ha explicado las funciones que tiene el mando a distancia con los que sube los goles en el campo de fútbol del Huércal: “El reset, que es el botón rojo, sirve para encender y apagarlo. Es muy fácil, tiene el tiempo del partido, la tecla para ir subiendo los goles, el tiempo lo pongo en marcha desde el mando a distancia, así como también cuando se llega al descanso paro el tiempo del partido, subo los goles con el mando a distancia, por lo que ya no tengo que ir corriendo y subir a la torreta para poner el gol en el marcador. Incluso se puede echar marcha atrás o marcha adelante, pero eso solo si me equivoco. El otro mando tenía que esperarme al descanso para poner el marcador bien”, dice.

Su vida, el fútbol Lleva toda su vida en el fútbol en Huércal: “Casi 50 años porque llegué con unos 13 años; desde infantiles jugaba en el Huércal hasta los 35 años que jugaba en los veteranos y luego pasé a la junta directiva, ahora estoy en el campo ayudando a todo lo que puedo, pasando la vida en el campo del Huércal”, recuerda Pepe Vizcaíno.
“Había un niño más pequeño que yo que se subía para poner los goles en el campo viejo del Huércal, aunque cuando no venía tenía que subir yo los goles al marcador”, dice un Pepe Vizcaíno que se emociona recordando el fútbol en blanco y negro.

No falla Está alucinado con el nuevo mando a distancias para subir los goles porque “no falla en ningún partido; el otro sí, éste que me han traído ahora lleva una pila de petaca y la distancia máxima es de 100 metros. Desde el túnel de vestuarios, tranquilamente y sentado, voy subiendo los goles al marcador al mismo tiempo que veo el partido”, afirma el ‘ermitaño’ del campo de fútbol del Huércal.

Pero el marcador o el mando a distancia tiene un problema, que no es grave: “No marca el gol número 20, hay que darle y aparece de nuevo el gol número 10, suele pasar en los partidos de los más pequeños y pasa bastante. Hay muchos partidos de chiquitillos con más de 20 goles”.
Pepe Vizcaíno es un hombre feliz en el campo del Huércal porque, gracias a él, el hombre del marcador no se ha perdido en el fútbol modesto en Huércal: “Me s