El entrenador más veterano de la categoría se medirá al más joven este sábado en el Ciutat de Valencia. Joaquín Caparrós puede presumir de llevar más de media vida en los banquillos mientras que Francisco lleva tres años de duro aprendizaje. De los entrenadores se habla mucho cuando pierden porque los ponen en la calle: les cortan la cabeza. Pero poco se dice cuando se gana. Aquello de “gana el equipo y pierde el entrenador” es una máxima del fútbol.
Francisco, seguro que aprenderá algo de Caparrós como lo hizo de todos aquellos que lo entreenaron. Es una esponja a la hora de asimilar fútbol. Sabe bien que hay que tener los ojos abiertos para asimilar nuevos conceptos, nuevas cosas. Estamos seguros que algo lleva de Caparrós el entrenador del Almería, más del entrenador que de un Levante marrullero que se llevó un punto de Almería con ayuda arbitral.
En Valencia le toca vivir otra clase magistral de fútbol a nuestro entrenador. No del fútbol que asimila cada día nuestro entrenador sino de ese que maneja bien el Levante. Al límite del reglamento y esperando el fallo del rival. No quieren la pelota te esperan y te matan.
En Almería ya tuvo una enciclopedia delante de sus ojos el entrenador más joven de Primera que, cuando estudia, suele sacar nota. Si no lo creen pueden preguntar a Simeone.