Perder un partido en el que el rival no ha sido mejor, porque no lo es, no da pie a extraer muchas conclusiones positivas; tampoco del choque del Martínez Valero, pero si hubiera que ver la botella medio llena sería esperanzador de cara al futuro el debut de Mané. el partido suponía para el defensor gaditano su reestreno como rojiblanco, y no defraudó. En los partidos de copa que había jugada dio la impresión de no estar en las debidas condiciones físicas, esa impresión quedó anulada el domingo. Se volvió a ver el Mané de siempre. firme, seguro, bien colocado, con sentido de la anticipación y una gran capacidad para estar presente en las ayudas a sus compañeros de línea. Su actuación fue tan completa que Carles Gil, uno de los peligroso elementos del cuadro ilicitano, quedó borrado del encuentro por Mané.