Conseguir un punto en un partido a veces puede ser vital y otras mucho menos trascendente. En el caso del encuentro que el Almería de Francisco disputó en la matinal del domingo la diferencia entre perder y empatar es abismal.
La victoria del Elche ante los almerienses le ha supuesto supera a estos en la clasificación y colocarse dos puntos por encima, cuando antes de disputarse el choque el mejor clasificado era el Almería. Además los alicantinos que empataron, aunque de forma antirreglamentaria, en el Mediterráneo superan a los pupilos de Francisco en el gol-average particular, lo que implica que, en caso de empate final a puntos, los de Fran Escribá quedarían por encima de los almerienses en la tabla.
El haber mantenido el cero a cero inicial equivaldría a que los almerienses mantendrían su ventaja de un punto, sumarían 23 puntos y amibos equipos estarían igualados en el coeficiente particular. De perder a ganar, casi como de cero a infinito.

Cometieron un error Los almerienses, que llegaron con la lección aprendida, plantearon un partido muy serio y solidario, ahogando casi todos los intentos de penetración del cuadro local al anular a Coro, el jugador que cataliza las acciones ofensivas del propietario del terreno de juego. Pero al filo del descanso y tras la reanudación, se olvidaron de la lección, intentaron desmelenarse, intercambiar golpes con el rival y ese fue su gran error que pagaron muy caro, quizás demasiado caro. Porque esta ha sido una derrota de las que hace daño porque enfrente había un rival directo que, en ningún caso, demostró ser mejor que el Almería. En definitiva un partido de los que no se pueden ni se deben perder, pero que finalizó con una derrota que puede pasar factura al final.

Los números La situación en cuanto a la de la semana anterior sólo ha sufrido una pequeña variación. El Almería sigue necesitando seis triunfos para llegar a los 40, puntuación en torno a la que estará la salvación, pero de las nueve finales que antes de perder en elche tenía con equipos de ‘su Liga’ ahora sólo le quedan ocho. La salvación sigue estando en los nueve partidos del Mediterráneo, de ellos  cuatro ante rivales directos: Málaga, Osasuna, Celta y Betis. De los siete encuentros como visitante la escuadra almeriense jugará cuatro ante equipos de su Liga: Levante, Rayo Vallecano, Valladolid y Granada.