El ya expresidente del Barcelona llevaba varios días planteándose la posibilidad de dimitir y después de reunirse por la mañana con Bartomeu y Javier Faus, vicepresidente económico, convocó una Junta Extraordinaria para anunciar su decisión. Ésta fue su comparecencia:

"Buenas tardes a todo el mundo. Hace casi cuatro años en las elecciones a la presidencia del club miles de socios acudieron a las urnas con la ilusión de cómo y quién debía llevar las riendas. Fue un día inolvidable, una fiesta democrática. En estos cuatro años hemos sufrido por ser barcelonistas como durante muchos siglos disfrutaron y sufrieron nuestros protagonistas. En estos últimos cuatro años hemos ganado dos Ligas, una Supercopa de España, una Champions.... Nuestras secciones han paseado triunfantes nuestro club. La gestión económica eficaz nos ha permitido seguir siendo competitivos y el orgullo de saber que los mejores jugadores del mundo. La ilusión inmensa de un nuevo campo sobre la base de nuestro mágico y legendario Camp Nou, pero en esta época de éxitos mi familia y mi entorno han sufrido en silencio amenazas y ataques".

"Los últimos días han desembocado en una querella contra la Audiencia Nacional. He dicho que el fichaje de Neymar es correcto y ha dado lugar a la envidia de nuestros adversarios. La confidencialidad es esencial. Esta Junta directiva es un equipo que lidera el proyecto. No quiero que ataques injustos le perjudiquen y es por eso que mi etapa aquí ha acabado y he presentado mi dimisión irrevocable. Josep María Bartomeu se hará con la presidencia hasta finales de mandato en 2016. Ha sido un honor servir a los barcelonistas. Doy las gracias sinceramente a los jugadores del club y agradecimiento a los directivos. Visca el Barça y Visca Catalunya".