Forma parte del libreto de la inmensa mayoría de los entrenadores no tocar lo que bien funciona. Sin embargo Francisco no ha querido asumirlo y decidió cambiar lo que había funcionado perfectamente en los dos últimos desplazamientos del equipo, la defensa de cinco, por la tradicional de los naufragios, y se ahogó. El Almería que venía de encajar un sólo gol en sus visitas a Mestalla y Reyno de Navarra, recibió tres de una tacada en Vigo, además de ver como los locales estrellaban dos disparos en los palos de la meta almeriense, y dio la misma sensación de endeblez defensiva que había mostrado antes del cambio de sistema. Fue una apuesta arriesgada, que tenía muy pocas posibilidades de éxito. Me pareció que el duelo de Balaídos era un combate entre un púgil estilista que hasta ahora tenía poca pegada en el rectángulo de Balaídos y otro, el Almería mucho menos técnico y mal encajador. El Almería salió a intercambiar golpes con el rival, parecía que encarrilaba el combate con un golpe certero asestado por el puño de Suso, pero la guardia abierta del púgil rojiblanco se vio bombardeada por los golpes de un Celta mucho más contundente que alcanzaron de lleno los puntos débiles del rival. Los rojiblancos debieron de salir con la guardia cerrada (defensa de cinco), esperando su oportunidad para batir a su adversario golpeando a la contra y manteniendo las virtudes de los dos últimos desplazamientos.
Si el cambio de sistema vino motivado por la ausencia de Pellerano, estimo que eso sería equivalente a sentenciar a Marcelo Silva, en la misma medida que lo está Christian. Pero además entiendo que volvió a ponerse de manifiesto que el equipo llega  justo de fuerza al tramo final de los partidos. Los comentaristas del encuentro por televisión así lo pusieron de manifiesto en sus comentarios haciendo referencia al agotamiento de los almerienses. Uno se pregunta cuál es la razón por la que los nuestros no son capaces de correr como lo hace el Atlético, o incluso el Rayo y el Athletic ante el Barcelona.
No se trata de que esté pidiendo que jueguen como el Atlético, un equipo mucho mejor dotado técnicamente y sí que corran, aguanten y sean tan intensos como ellos. ¿Es mucho pedir?. Al menos