El Levante de Caparrós comienza a coger forma. Cinco puntos que suponen un buen comienzo de temporada - ha mejorado el arranque del pasado curso con Juan Ignacio - y en el que se comienza a atisbar lo que el utrerano quiere de su equipo. Una mejoría que ha comenzado a fraguarse desde atrás. La fuerza del gran Levante ha pasado por una férrea defensa y con Caparrós parece que el cerrojo está de vuelta.
Desde la debacle del Camp Nou (en la que los granotas se volvieron para casa con un saco con siete goles), el Levante únicamente ha encajado un gol. Fue el que Larrivey en Vallecas, los otros dos choques que se disputaron en el Ciutat de València ante Sevilla y Real Sociedad se saldaron con cero goles encajados.
Un buen registro en el que tanto los defensas como el portero han tenido mucho que ver. Las cuatro primeras jornadas de Liga han servido para reconocer a Vyntra y David Navarro como los centrales de referencia en el Levante. Los dos están mostrando una solvencia fuera de toda duda y si las lesiones y las sanciones les respetan su presencia en el once se antoja inamovible.
Otro de los que ha tenido mucho que ver en la fortaleza defensiva granota es Keylor Navas. El costarricense, a base de paradones, se ha convertido en uno de los baluartes del nuevo Levante. Él salvó al equipo del acoso total del Rayo en Vallecas y ante la Real Sociedad tiró de reflejos para solventar la única opción clara con la que contaron los vascos. Si quedaba alguna duda tras el adiós de Munúa parece que han quedado solventadas. El Levante tiene portero.