“El entrenamiento estructurado es lo que permite al deportista adquirir una protección natural frente a las lesiones. Sin esa preparación, la musculatura y los tejidos no están preparados para soportar el esfuerzo continuado de una temporada tan exigente”, explica el Dr. Pedro Luis Ripoll, especialista en traumatología y referente en medicina deportiva .

A través del análisis de los partidos que le esperan esta temporada al Real Madrid, Ripoll quiere hacer un llamamiento en contra de la sobrecarga de partidos, que no deja a los jugadores descansar y realizar entrenamientos estructurados.

Un caso práctico

La pasada campaña, el club merengue disputó 11 partidos menos que los que prevé esta temporada y terminó con 61 lesiones registradas. “Ahora el escenario es aún más extremo”, sostiene Ripoll. A los 63 partidos que el equipo puede afrontar entre Liga, Champions, Copa del Rey y Supercopa, se podrían añadir hasta 16 encuentros más si se llega hasta el final en el Mundial de Clubes. “Estaríamos hablando de un total de 79 partidos, lo cual es un récord en cuanto a carga competitiva”.

El especialista también advierte que la proximidad del Mundial puede alterar los compromisos físicos y mentales de los futbolistas. “A partir de abril, muchos jugadores empezarán a pensar en el escaparate internacional. Es un hecho contrastado: cuando se aproxima un gran torneo, aumentan las lesiones. A veces porque se fuerzan recuperaciones. Otras, porque se dosifican esfuerzos. Pero siempre hay un coste”.

En este contexto, el mensaje es claro: sin una preparación adecuada, los equipos entran en la temporada desprotegidos. “El Real Madrid, con una plantilla mermada y un calendario sobrecargado, afronta un reto monumental. Y lo hace sin la coraza del entrenamiento estructurado. No es una cuestión de mala suerte o azar. Es una cuestión de planificación”, concluye el doctor Ripoll.

Mientras en España se debaten medidas para reducir la carga de partidos, la realidad es que este año, en lugar de disminuir, habrá 11 encuentros más. El calendario no se ha aligerado; se ha densificado. Y la factura la pagarán, una vez más, los cuerpos de los jugadores.