El presidente del Almería siempre habla de “un gran escaparate mundial” cuando se refiere a la Primera División. En las cuatro temporadas anteriores no ha visto completar el aforo del estadio Mediterráneo pero ahora piensa lograrlo y, para ello, “hemos puesto unos precios que premian la fidelidad de nuestros abonados. Creo que alcanzar la cifra de 14.000 es posible”.
“Este año el abono lo lleva todo. Hemos querido que una vez que se consiga, el aficionado no tenga que hacer otra cosa que disfrutar viendo a su equipo jugar”.

Un foco importante Para toda la provincia, contar con un equipo en Primera es “llegar a todos los rincones del planeta. La repercusión de la Liga española es muy grande y debemos de ofrecer una imagen acorde a esta categoría”. Tiene claro que se está en el buen camino y recuerda que “vamos a intentar poner solo 1.000 entradas para los partidos de competición. Trae cuenta abonarse porque cuando lleguen los grandes no habrá que pasar ni un euro”.
Se ha metido a la afición en el bolsillo con unos precios propios de los tiempos que corren y a sus abonados más fieles “le hemos dado un premio por sucariño. Ellos han participado del último ascenso y había que darles el mismo precio de la pasada temporada”. El presidente espera que “ellos sean los que completen la cifra que buscamos haciendo a familiares y amigos. Confío en ellos”.

Las cosas claras  El regreso a la Liga de las Estrellas no ha sido fácil y mantenerse “va a ser muy complicado con los presupuestos que se barajan pero que tengan claro nuestros abonados y la afición en general que vamos a hacer un equipo muy competitivo”.
La apuesta de Francisco es importante y contar con la cantera “una realidad porque solo con ella vamos a estar muchos años en la LFP. Tenemos que ser realistas y vivir nuestra situación”. El club no peligra y tiene buena salud.