La Villa gadorense tocó diana a las ocho de la mañana. No eran las fiestas de El Rosario, era el día más feliz para uno de sus hijos, Gabriel Martínez, Gaby, al que iban a homenajear por igual el fútbol almeriense y sus vecinos.
Como uno más, el alcalde Eugenio Gonzálvez, ayudó en la organización para que todo saliera perfecto y su gadorense tan querido sintiera muy de cerca todo el cariño de Almería. Eugenio siempre será de Gaby como el entrenador de su alcalde. Hace muchos años que formaron equipo para nutrir a la población de deportistas y buenas personas.

Palabras del alma El ahora entrenador del Gádor repasó su carrera deportiva en forma de regalos. Todos los clubes en los que militó llegaron puntuales a la cita para homenajear a un hombre de club. Emocionado no paró de saludar a aquellos con los que compartía ilusiones y vestuario.
El eterno Gaby es un hombre de obra más que de palabra y cuando habla pone el alma en lo que dice. “Ha sido una gran sorpresa. Sabía lo que se estaba montando pero nunca imaginé tanto cariño”, comentaba a LA VOZ un hombre sencillo y trabajador que “sigo siendo feliz con lo que hago cada día. Nunca me iré del deporte y quiero que los niños disfruten y se hagan buenas personas y buenos deportistas”.

“Hoy es el primero”  Tan feliz como el homenajeado estaba el alcalde de la villa  en el día de ayer. “No hay un gadorense por encima de Gaby. Le cedo el honor de primer gadorense en su gran día”. Las palabra de Eugenio Gonzálvez emocionaron al gran protagonista y todo el pabellón coreaba su nombre.
“Gaby, nos ha enseñado la grandeza del deporte. El éxito de la sencillez y lo grande que es para todos nosotros”. Los aplausos no dejaban hablar a un alcalde que, como Gaby, “he venido con la ilusión de un niño a abrazar y aplaudir a un gran gadorense”.