Un buen día un periodista alemán conquistado por lo que había presenciado en un partido llegó a escribir que ‘el mundo es redondo porque Dios es hincha del fútbol’, sin duda una exageración para los que somos creyentes, pero al propio tiempo una manera muy expresiva de reflejar que el balompié es capaz de satisfacer necesidades que están presentes en todos los seres humanos.
La primera mitad del encuentro fue una muestra más de lo grande que es este deporte: Un equipo, el Alcorcón, dispara 10 veces y se queda sin premio; otro, el Almería, una sola vez y hace diana. Estoy convencido que el fútbol como fenómeno político, económico, social, cultural, educativo y solidario es la actividad con mayor capacidad para influir en tantos ámbitos y en tantos seres humanos simultáneamente. Almería está de fiesta tras la victoria de su equipo en Alcorcón y en ese ambiente se debe vivir el final del curso. Toca llenar el Mediterráneo para superar el domingo al Girona y disfrutar del partido de Villarreal sabiendo que en él hay mucho que ganar y sólo algo que perder, no todo.