Solo había una cosa clara antes del partido: Almería lograría unnuevo título de Andalucía. Todo lo demás se fue escribiendo en un partido vibrante que puso la copa, primero en manos gadorenses y luego en las ejidenses hasta que el punto de penalti decidió.
Más de 500 aficionados acudieron al pabellón Moisés Ruiz para ver en acción a dos equipos que aportan jugadores a la Selección de Andalucía. Dos grandes escuelas frente a frente que cumplieron con creces el pronóstico: un partidado.
Una copa de mano en mano
El partido comenzó siendo táctico pero pronto los equipos se soltaron el pelo en la pista y fueron desgranando emociones. La Copa tuvo un primer dueño en Gádor ya que fueron los naranjitos los encargados de abrir el marcador.
La reacción ejidense no se hizo esperar y las tablas volvían a la pista para deleite de los aficionados. En la recta final del partido la copa se fue al Poniente con una ventaja que parecía definitiva, pero de nuevo llegaría el empate, esta vez a tres y la prórroga se echaba encima.
En el tiempo añadido no hubo goles pero si juego bien repartido propiciando un estado de máxima emoción con los lanzamientos desde el punto de penalti. Aquí los nervios de acero de los ejidenses decidieron el título para una escuela canterana que dejó su sello a base de goles. La tristeza se apoderó del perdedor que también merecía el premio pero en una final siempre alguien vuelve a casa de vacío.
Los hombres de Cisco se llevaron el título andaluz a sus vitrinas y se colgaron la medalla de vencedor ante unos gadorenses de enorme mérito.