Siempre quedará a favor de Lucas Alcaraz el beneficio de la duda al saber que el Lorca que jugó contra el Almería ha sido infinitamente mejor a los anteriores pero ni por esas hay que estar tranquilo.

La indolencia del Almería en 45 minutos fue desesperante para sus fieles seguidores en un partido clave para la permanencia en la categoría. Retrató al de Ramis en su peor racha.

No defendían bien, perdían todos los balones, ni dos pases seguidos y sin un remate a portería, además de problemas de diseño dejando desierta la banda derecha. Luego Lucas lo arregló.

Lo digo para que no pase porque todos nos fuimos al descanso en Lorca con una decepción de caballo atónitos ante un equipo que parecía jugar un amistoso.

Jugando así con Osasuna nos sacarán del campo a gorrazos y estamos a tiempo. Hay que poner un poquito más desde el primer minuto porque no siempre vamos a jugar contra el Lorca.

La primera mitad en el Artés Carrasco es el puro reflejo de lo que ha sido el Almería en las últimas tres temporadas y esto se tiene que acabar.

Ni una más de estas que ya hemos perdido bastante esta temporada. Suele volver por sus fueros este Almería cuando menos te lo esperas. Es como si aparecieran los fantasmas sobre el campo.

Un Almería infame como el de la primera mitad en Lorca no se puede volver a repetir y para eso está Lucas Alcaraz que debe meterles a todos los dedos en el enchufe antes de saltar al campo.

Para saber lo que hemos sido en las últimas tres temporadas basta con recordar la primera mitad de Lorca. Nos retrata.

Atentos a nuestros muchachos.

No todo se tapa con la victoria.